Visto bueno para la financiación del bulevar de San Pedro Alcántara
La Junta respalda que el proyecto de un parque sobre el túnel de la autovía se beneficie de un plan estatal de créditos
La enorme cicatriz que está dibujando la obra del soterramiento de la autovía A-7 a su paso por San Pedro Alcántara tiene los días contados. No sólo porque el Ayuntamiento tiene sobre la mesa desde hace meses un proyecto para convertir el enorme bulevar que dejará tras de sí la construcción del túnel en un gran espacio público, sino porque parece que la financiación de esta millonaria obra empieza a ser una realidad contante y sonante. La ciudad se sumó el pasado octubre a la lista de municipios españoles que ha recurrido al Fondo Financiero del Estado para la Modernización de las Infraestructuras Turísticas (Fomit). ¿El objetivo? Levantar un parque urbano en los más de 91.000 metros cuadrados baldíos que dejará tras de sí la depresión de la travesía sampedreña. El Ministerio de Fomento fue tajante en su día. Urbanizar la superficie no entra, según el departamento de José Blanco, en sus competencias. Ante esta negativa, que amenazaba con dejar desérticos los terrenos durante años, el Consistorio dio un paso al frente y se aferró a la posibilidad de esta línea de financiación, instrumentalizada a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y que está destinada a la puesta al día de los destinos turísticos maduros. La flauta, finalmente, ha sonado.


Martes. Primera hora de la mañana. Cientos de coches se quedan atrapados en la variante sur de San Pedro Alcántara. El desvío del tráfico en sentido Málaga por el comienzo de las obras del soterramiento de la travesía comienza con mal pie. Los elementos se alinean para que el tapón sea kilométrico. Ni los propios técnicos que tienen que regular los semáforos llegan a tiempo. Quejas, caras de póker y un rosario de tacos se suceden en la cola. En dos meses el corte será total. Los conductores se temen lo peor durante el año y medio de obras que le quedan por delante. Hasta aquí la primera lectura del llamado día 'D', la fecha fijada en rojo en el calendario del Ministerio de Fomento para cerrar parcialmente a la circulación la autovía A-7 a su paso por la localidad sampedreña. La otra, la que pasa de soslayo en el calor de la caravana, reza así: Martes. Primera hora de la mañana. Arranca la actuación que eliminará el principal punto negro de la red de carreteras de la provincia de Málaga. Atrás quedan dos décadas de demandas vecinales y de un ir y venir de proyectos que acababan guardados en un cajón por años de enfrentamientos de las administraciones. A finales de 2010 los atascos por la presencia de tres cruces semafóricos quedarán en el olvido.
La Junta de Andalucía propuso ayer un plan de carreteras alternativas, para garantizar el tráfico en la Costa del Sol durante la construcción del soterramiento de la N 340 a su paso por San Pedro de Alcántara. Esta obra durará entre tres y cuatro años y todavía no tiene fecha de inicio. La Junta propone que el Gobierno central liberalice el peaje de la autopista del interior en un tramo de 10 kilómetros, lo que costaría unos 540 millones de pesetas al año. Si el Gobierno llega a un acuerdo con la concesionaria de la autopista, la carretera de San Pedro a Istán serviría de enlace. La Junta y la Diputación ampliarían esta vía provincial y pagarían los 400 millones de la operación a partes iguales. El soterramiento de San Pedro tiene un presupuesto de 4.100 millones de pesetas y está retrasado, entre otros motivos, por la ausencia de un plan de ordenación urbana (PGOU) preciso en Marbella.